Cuando perdemos un ser querido solemos experimentar pena y tristeza. El duelo es el proceso psicológico al que nos enfrentamos tras el fallecimiento de un amigo o familiar. Cada duelo es personal, los miembros de una misma familia pueden no transitar las etapas del duelo al mismo tiempo.
EL DUELO
Al perder un ser querido y comenzar el duelo, es normal sentir tristeza. Sin embargo, también se experimentan más emociones tales como; enojo, ansiedad, culpa y soledad entre otras. El dolor que sentimos puede ser muy profundo y repercute en el desarrollo de nuestra rutina, incluso, puede que sea más difícil afrontar nuestras obligaciones del día a día.
¿Cuáles son las fases del duelo?

- Negación: Es la primera reacción que indica que una persona ha comenzado a transitar un duelo. Aquí, creemos que lo que esta sucediendo no es real. Ante una pérdida súbita es normal experimentar irrealidad. Las verbalizaciones más frecuentes que aparecen en esta etapa son “esto no pasó”, “esto no es real”, “esto no pudo haber pasado”, e incluso cuando la negación es tan grande, puede ser que se bloqueen los sentimientos y la persona actúe como que nada ha pasado.
- Ira: Luego de que comenzamos a terminar con la negación y a aceptar que lo que sucedió es real, aparece el enojo o la ira. Se activan los sentimientos de frustración y de impotencia, ya que esta situación está totalmente fuera de nuestro control y es irremediable.
- Negociación: A continuación del gran enojo en el que se buscan constantemente respuestas que den una explicación a nuestro malestar sobre lo que ocurrió. En esta etapa las creencias religiosas suelen tener mucho peso.
- Depresión: En este punto se asume la realidad de la pérdida, a pesar de que el nombre de esta fase es depresión, sería más adecuado llamarla nostalgia, se puede experimentar el aislamiento social o pérdida de interés en diversas actividades.
- Aceptación: Se asocia esta etapa con un estado de calma, no implica que no se extrañe a la persona sino que la calma se asocia a una comprensión de la situación.
El duelo como mencionamos anteriormente, es parte de la vida, todos vamos a transitar por al menos uno. Es importante destacar que no existe una duración única sobre lo que debe durar el duelo, ya que es un proceso personal. Sin embargo, puede hacerse muy difícil de transitar a una persona, o estancarse en alguna de las etapas mencionadas anteriormente.
Dentro de las situaciones que pueden dificultar la elaboración de un duelo se destacan las muertes repentinas o situaciones traumáticas del fallecido (como suicidio o asesinato), pérdidas múltiples o inciertas (cuando no se sabe dónde esta el cadáver o se identificó un asesino), el fallecimiento de un hijo, cuando se acumulan duelos anteriores sin resolver y también, es un elemento poco favorecedor el apoyo social escaso.
Tipos de duelo patológico:
- Duelo retardado: Cumple con las características típicas del duelo normal pero no comienza tras la pérdida de la persona sino que comienza unas semanas o incluso, meses después del fallecimiento.
- Duelo ausente: No hay reacción emocional y se actúa con negación ante lo sucedido.
- Duelo paranoide: Aparecen síntomas del trastorno paranoia de la personalidad (frialdad emocional, aislamiento social, rechazo a los otros, etc).
- Duelo maníaco: Hay una necesidad no saludable por permanecer activo, tener planes y una rutina muy cargada. Esto es una forma de evitar que nuestras emociones afloren.
- Duelo depresivo: Predominan síntomas de una depresión mayor, incluso puede aparecer la ideación suicida, desesperanza y apatía.
- Duelo somatizado: Se experimentan síntomas similares a los del difunto e hipocondría.
- Duelo con adicción: Se incrementa el consumo, o aparecen los primeros consumos de sustancias tóxicas como alcohol, fármacos, cocaína o tabaco. También, pueden aparecer adicciones sin sustancia como el juego o compras compulsivas.
- Duelo ansioso: Dominado por la ansiedad o por estrés postraumático (preocupación recurrente obsesiva, sensación de ahogo, insomnio, etc.).
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Referencias:
Ballesteros, R. (2010). Musicoterapia y psicología aplicada al duelo y la pérdida.
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