¿Qué es la ansiedad?
Para introducirnos en este tema tan interesante, es importante entender que la ansiedad es una emoción. La Real Academia Española (2021) la define como un estado de agitación o inquietud que experimentamos los seres humanos. A pesar de que solemos relacionar la ansiedad con experiencias negativas, necesitamos ciertos niveles de ella para poder funcionar adecuadamente.
La ansiedad entonces, es una respuesta emocional que nos motiva e impulsa a cumplir nuestras metas. El problema que desencadena esta emoción, surge cuando interfiere en nuestro bienestar o en el cumplimiento de nuestra rutina. En este caso, el sentimiento de inquietud se acompaña de sensaciones físicas o de pensamientos anticipatorios desagradables.
Cuando hacemos referencia a las sensaciones físicas, hablamos de los síntomas que nos producen malestar, los más frecuentes son:

- Tensión muscular
- Palpitaciones
- Ganas de llorar
- Incapacidad de organizarse
- Parestesias (sensación de hormigueo)
- Dolores de cabeza o de abdomen (el famoso “nudo” en el estómago)
- Sentimiento de falta de aire
- Falta o aumento de apetito
- Dificultades para dormir
- Pensamientos frecuentes de preocupación a futuro
- Preocupaciones hipocondríacas
Los síntomas mencionados anteriormente se manifiestan en todas las áreas de la vida del paciente ansioso. Concretamente en el área social es frecuente la evitación del contacto visual e incluso, que exista dificultad para expresarse. Así también, en el ámbito laboral es habitual la sensación de palpitaciones al momento de afrontar conversaciones con superiores o el gran malestar que se siente ante un error cometido. Todas estas situaciones que producen incomodidad, son alimentadas por nuestro patrón de pensamientos.

Además, es importante mencionar que la persona que sufre ansiedad teme sobre sucesos reales como también sobre sucesos imaginarios, situaciones que no sabemos si van a ocurrir o no. Vivir en el presente en estos casos es todo un desafío, ya que esta emoción lleva nuestra mente constantemente a pensar en posibles escenarios futuros.
Cuando hablamos de tratar nuestra ansiedad, no estamos pensando en más que aprender a identificar las situaciones que nos generan malestar, poder adquirir herramientas para la gestión de nuestras emociones y poder ser conscientes de que, la forma en la que pensamos repercute en como nos sentimos. Estas a tiempo de poder sentirte mejor, reserva tu primera consulta sin costo aquí.
Referencias:
Clark, D. & Beck, A. (2010). Terapia cognitiva de los trastornos de Ansiedad. New York, USA: Desclée De Brower
Bodos, A. (2015). Trastorno de Ansiedad Generalizada. Madrid, España: Editorial Síntesis.
Real Academia Española (2021). Diccionario de la lengua española.
Rojo, J. (2011). Comprender la ansiedad, las fobias y el estrés. Madrid, España: Ed. Pirámide
Comments are closed